Tras un leve trabajo con balón, el técnico español dividió al equipo nacional en dos grupos. Uno de ellos era un hipotético once inicial y en el mismo destacaba principalmente la ausencia de Raúl González y de Villa, así como la presencia de Marcos Senna.
En la faceta defensiva trabajaron Iker Casillas (se intercambió con Santiago Cañizares), Sergio Ramos, Pablo, Puyol, Pernía y Xabi Alonso, éste por delante del cuarteto de zagueros. Éstos tenían que defenderse de los ataques de la parte ofensiva del teórico equipo titular, integrado por Senna, Xavi, Joaquín, Luis García y Torres.
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