Carlos y Lola

EL MUNDO

MADRID Viernes, 1 de mayo de 1998

Los vecinos avisaron hace 6 meses del riesgo por las obras del metro Culpan a la Comunidad de Madrid de las grietas en sus casas de Reina Victoria LORENZO MARINA MADRID.- «Tenemos miedo». Con estas palabras se lamentaba ayer Alejandro Valladares, un vecino del número 4 de la calle de Beatriz de Bobadilla, mientras contemplaba un enorme socavón en la calzada, cinco pisos abajo, en la confluencia con la Avenida de Reina Victoria. Su temor se transformaba en indignación cuando recordaba que la aparición de grietas en muros y paramentos, el descascaramiento de la fachada y la rotura de molduras en balcones, fueron coincidentes con las obras de ampliación de la línea 7 del Metro, que ya habían sido denunciados a la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Comunidad hace seis meses, el pasado 20 de noviembre. El escrito ya indicaba que la construcción de los nuevos vestíbulos de la estación de Guzmán el Bueno, en el subsuelo de la finca de Beatriz de Bobadilla, nº 4, suponía «una apropiación indebida de finca ajena» y una vulneración del artículo 33.3 de la Constitución. Asimismo, la denuncia precisaba que se estaba produciendo un «peligro de ruina». Los vecinos de este inmueble encargaron un informe técnico a la empresa Indag, presentado también a la Consejería, en el que se certificaba que las obras «están provocando la ruina, quizá irreparable, del edificio, con grave riesgo para los vecinos del mismo y viandantes de la zona». También adjuntaron con la denuncia y el informe una serie de fotografías que mostraban los desperfectos de las viviendas, registrados ante notario. DENUNCIA.- Los vecinos aseguraron que en los próximos días interpondrán una denuncia por las obras de ampliación de la línea 7. La única duda que albergaban ayer era presentar la denuncia en el juzgado de guardia o en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. «No queremos únicamente soluciones a posteriori, era algo que se tenía que haber previsto de antemano», puntualizaba el vecino del inmueble. Las grietas eran patentes en una peluquería de señoras situada en el bajo de la finca. Los vecinos también denunciaron el estremecimiento de los cimientos del edificio, que les había obligado a cambiar los anclajes de algunas puertas. Varias cuadrillas de obreros se afanaban ayer tarde para tratar de compensar el enorme socavón. Con una bomba conseguían extraer el agua acumulada a consecuencia de la rotura de una tubería; mientras tanto, se inyectaba hormigón en el socavón para paliar los desperfectos y se comprobaba cuál era el estado de los cimientos del edificio desalojado. El tráfico de vehículos en el tramo de bajada de Reina Victoria, en dirección a Ciudad Universitaria, permanecía ayer cortado. Sin embargo, estas medidas tampoco tranquilizaban a las 70 personas desalojadas el miércoles, a las seis de la mañana, del inmueble situado en el nº 66 de la Avenida de Reina Victoria. Después de haber pasado una noche acogidas en el hotel Mindanao, todavía mostraban inquietud y cierto recelo por volver a sus hogares. El edificio permanecía vacío mientras varios agentes de la Policía Municipal montaban guardia en el portal. Unicamente algunos vecinos se acercaron al inmueble, por un corto espacio de tiempo, para recoger alguno de sus enseres. PLANOS DEL METRO.- «En los planos nos dijeron que no figuraba que el Metro pasase por debajo de Reina Victoria; cuando lo comprobamos nos llevamos una sorpresa muy desagradable», comentaba Pedro Iñiguez, uno de los afectados. Los vecinos desalojados se manifestaban en términos muy similares a los de la calle de Beatriz Bobadilla. «Todos los días encontramos una grieta nueva», apuntaban. Sin embargo, este vecino se expresó de forma elogiosa hacia el desahucio, efectuado por el Cuerpo de Bomberos, que fue «sumamente correcto». Iñiguez se niega a retornar a su vivienda de Reina Victoria, 66 «hasta que la Comunidad de Madrid no se pronuncie y ratifique el informe de Ferrovial (la empresa encargada de las obras), que dice que está todo perfecto». No obstante, fuentes de la Consejería de Obras Públicas y Transportes advirtieron a los vecinos del edificio de que podían ya pernoctar en su vivienda, aunque «si preferían podían pernoctar en el hotel Mindanao, con el desayuno pagado, y regresar hoy a sus viviendas».

EL PAIS

14 familias de Reina Victoria, desalojadas al ceder el suelo por la construcción de una estación de la línea 7

AZUCENA CRIADO - Madrid - 30/04/1998

Catorce familias han pasado las dos últimas noches en un hotel tras ceder el terreno en la confluencia de las calles Reina Victoria y Beatriz de Bobadilla. En ese punto se está realizando un pequeño "tunelillo para la nueva estación de Guzman el Bueno prevista en la ampliación de la línea 7 del metro", según explicaron fuentes de la consejería de Obras Públicas y Transportes. El sistema de control de las obras detectó el hundimiento a la una de la madrugada del pasado miércoles. Tras comprobar que se había roto una cañería y el agua estaba inundando el túnel se decidió desalojar a las seis de la madrugada a las 14 familias que viven en el número 66 de la calle Reina Victoria. Durante varias horas se cortó el tráfico y el suministro de agua, gas y electricidad a dos manzanas de viviendas.

La Consejería de Obras Públicas, que construye 37 kilómetros de túneles, intentó desdramatizar el incidente. "No hay motivo para la alarma. No pasa nada, sólo que yo prefiero trabajar con el edificio desalojado", afirmaba Manuel Melis, responsable de los trabajos. El consejero Luis Eduardo Cortés explicó que la Comunidad se hará cargo del alojamiento en el hotel Mindanao de las familias desalojadas. "Un hecho como éste no debe asustar", señaló Cortés. Ayer se procedió a inyectar hormigón en el subsuelo para cimentar la zona afectada. La consejería se hará cargo también, según Melis, de la reparación de las grietas que los vecinos ya habían denunciado antes.

"Seguramente algunas están vinculadas y otras serán de obras anteriores realizadas allí", concluye Melis. En relación con ese suceso, el portavoz municipal de IU, Francisco Herrera, afirmó ayer que "las inauguraciones electoralistas del alcalde y Gobierno regional están poniendo en peligro vidas humanas".

Obras del Metro

María Luisa Vacas García-Alós. - Madrid. - 19/05/1998

Dada la gravedad y la incertidumbre en que nos encontramos los vecinos del inmueble situado en la avenida de la Reina Victoria, número 66, debido a las obras de la línea 7 del Metro, y teniendo en cuenta que nadie, ni la Comunidad de Madrid ni la empresa constructora, se responsabiliza directamente de los daños producidos, tanto económicos como familiares, me veo obligada a manifestarle la indefensión en la que nos encontramos y la falta de ética existente en esta situación, lo que podría inducirnos a mi familia y a mí a alquilar un piso donde vivir hasta que todo acabe y en función de cómo acabe.-